jueves, 28 de mayo de 2009

xx. Éxtasis .xx


Mi razón confronta con mis impulsos y el pulso de mi corazón se acelera. La saliva en mi boca se incrementa y mis ojos miran de un lado a otro sin poder parar quietos en un punto fijo. Este centro comercial reúne en sus locales las mejores marcas de ropa, las multinacionales más famosas y los restaurantes de comida rápida más atractivos de toda la ciudad. La cartera se hunde en el bolsillo tratando de huir del saqueo al que se ve sometida cada fin de semana. Este cosmos de bolsas glamurosas, de sonrisas extasiadas y de dependientes que te incitan a consumir sin parar me hace sentir diferente: único.

Olvido mis deudas, las broncas de mi jefe y las infidelidades de mi pareja. Ya nada importa, la tarjeta de crédito me drogará sin necesidad de esnifar ninguna sustancia en mi cuerpo. La serotonina que invade mi cuerpo cada vez que compro supera el placer del momento cumbre del orgasmo: vivo para comprar.

No me preocupan los miles de libros que el polvo esconde en mis cien estanterías de madera, ni las colecciones de camisas que, separadas por colores y tonalidades, ven el tiempo pasar en alguno de mis armarios roperos, qué importa. Sé que compro sin necesidad y que no me paro a pensar en el futuro, pero el placer inmediato es demasiado atractivo para el alma de un perdedor que, como yo, no sabe luchar por conseguir un objetivo a largo plazo: ¡lo quiero ya y ahora!

No creo en dios, pero confío en que el cielo sea un gran centro comercial en el que no haya nadie más que yo, llenando carros de grandes dimensiones con los productos más exclusivos y limitados del mercado actual. No te creas que estoy solo en la vida, tengo dos grandes amigos: Visa y Mastercard.

Sumo pertenencias que parecen restarme problemas, multiplicando deudas que se dividen en mil dilemas distintos a los que un día me tendré que enfrentar. El porcentaje de lo que me hace feliz se reduce de forma considerable a comprar, comprar y comprar. No hay etapas de paréntesis, leyes que me permitan calmar mi adicción ni hipótesis que me ayuden a escapar de esta absurda situación sin salida.

Yo seguiré sonriendo, sin pedir ayuda a nadie hasta que dentro de un par de años alguien me encuentre ahorcado en la suite más amplia de un maravilloso hotel, incapaz de enfrentarme a la realidad que yo mismo creé, y a mí nadie me dejará propina.

lunes, 25 de mayo de 2009

xx. Interpretación .xx


De pequeño no le gustaba ir al médico,
pero siempre tuvo claro lo que quería ser...

viernes, 22 de mayo de 2009

xx. Vendido .xx

Vivimos en una sociedad compleja. Salimos a la calle y nos cruzamos a diario con decenas de personas diferentes, individuos con vidas completamente distintas pero influidas por un mismo sector: el mercado publicitario. El vaquero que tan bien le queda al chico que te vuelve loca, el destino de vacaciones de tu mejor amiga, o el descapotable del jefe que algún día tendrás son sólo algunos de los ejemplos de lo que puede conseguirse vender con un chaquido de dedos mediante una buena estrategia publicitaria.

Probablemente, el chico con el que sueñas vio anunciada la marca del pantalón que lleva puesto en los anuncios de gran tamaño del centro comercial de moda. Es casi seguro que tu amiga se fuese a Nueva York por lo bien que se lo vendió el cachas de la agencia de viajes y, por supuesto, los millones que tu jefe se ha dejado en el descapotable han sido para conducir la marca más elegante y cara de toda la ciudad mientras el resto de la humanidad se muere de envidia.

La publicidad es al comercio lo que la belleza a la fealdad; no puede existir lo uno sin lo otro. Por tanto, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que las técnicas publicitarias existen desde los orígenes de la civilización. Si nos remontamos al año 3000 a.C, podemos permitirnos la licencia de tomar como ejemplo una tablilla de arcilla, encontrada en Babilonia, con inscripciones para un comerciante de ungüentos, un escribano y un zapatero.

El método más económico y ágil de publicitar “algo” es el llamado boca a boca, esto es, la oralidad. Si la histriónica vecina del quinto, que se relaciona con toda la comunidad, se enamora locamente del nuevo culebrón de Televisión Española, podemos dar por sentado que todo el edificio, y por qué no, todo el barrio, habrá recibido una influencia importante para al menos acercarse al mando de la tele y hacer zapping para ver de qué va la nueva pasión de la cotorra del vecindario.Todo esto es, básicamente, la esencia del mundo publicitario, ese sector tan presente en nuestras vidas sin que muchas veces nos demos cuenta de él.

lunes, 18 de mayo de 2009

xx. Sólo los buenos se van .xx

Era uno de mis escritores favoritos, por la dulzura y la nobleza de sus palabras. Ojalá ahora esté en un sitio mejor, nosotros no te olvidaremos.

sábado, 16 de mayo de 2009

xx. Vótame .xx

Quedan unos meses para que los ciudadanos acudan a las urnas. ¿Mi objetivo? Que el nombre del partido que lidero se lea en todas las papeletas de los vecinos de esta ciudad que tan poco me importa.

Prometeré cambios, mejoras en la economía y regalaré sonrisas que parezcan lo más sinceras posibles. Me morderé la lengua hasta que llore del dolor para que la madre del niño que en unos meses morirá se crea que su testimonio me emociona. Aguantaré un par de mítines, escribiré una entrada en el blog redactada con retales de frases bonitas de Aristóteles y la señora que me limpia la casa se encargará de responder al correo electrónico mientras yo me pinto las uñas de los pies de un rojo tan tenaz como las mentiras que resbalan por mi garganta, convertidas en promesas revolucionarias que algún imbécil se creerá.

No importa la hipocresía, sólo queremos la victoria. Ansiamos restregar a la oposición que nuestras falacias fueron más creíbles que las suyas, y durante cuatro años caminaremos como actores disfrazados de héroes que no brillarán más allá del metraje que ruedan con el apoyo de una masa secundaria. Tomaremos decisiones equivocadas, lideraremos por encima de la legalidad y compraremos el apoyo de aquellos que nos critiquen. Todos tenemos un precio.

Gobernaremos, nos haremos famosos por nuestra sinceridad y nos forraremos a costa de los que un día confiaron en nosotros. Las autoridades no nos acusarán de nada, esta vez lo haremos bien. Pronto saldré de esta prisión y arrepentida, con una mirada desgarradora, lloraré ante cualquier tertulia de televisión culpando de todo al compañero más débil del partido. Pagará por mí, lo sé, y no me preocupa. Mis labios rojos se mezclarán con la sangre sin que nadie más que yo se dé cuenta. Brillaré sin que nadie me eclipse, soy divina y ellos no.


Porque quieres un gobierno mejor,
Porque necesitamos un cambio,
Cállate la puta boca y vótame.

domingo, 10 de mayo de 2009

xx. Lo que yo te diga .xx

De joven tenía ganas de envejecer por el mero hecho de vivir los suficientes años como para llegar a ser anciana, pero ahora me miro en el espejo y me cuesta reconocerme en esta piel estúpida, arrugada y casi muerta. Sentir que cada mañana estas más cerca de la muerte porque no te queda otra es crudo, y a mí, te lo juro, me pone de los nervios.
David Waldorf.

jueves, 7 de mayo de 2009

xx. Labuat .xx

Que hablen bien o mal de mí, pero que hablen. Ese podría ser el lema que resumiese la sombra que Virginia tejió a su piel, sin quererlo, en la academia de artistas más famosa de España. Labuat es su nombre artístico, y muchos la detestan. Me he decidido a realizar esta actualización para ponerme de su lado sin tener que responder a todos sus detractores entre iconos, faltas de ortografía y argumentos que no tienen sentido más allá de de las rabietas de los niños que no entienden que los Reyes Magos no existen. Que conste que no soy seguidor de Virginia, sólo intento expresar mi opinión.

Virginia Maestro ganó la última edición de Operación Triunfo, el concurso musical que la privada Telecinco emite desde su cuarta temporada. La andaluza se llevó la victoria, igual que lo hicieron en su día Rosa, Ainhoa y Ramón en sus versiones precedentes. En una edición llena de polémica, en un canal de televisión donde cada vez se da más cabida al morbo y menos a la profesionalidad y a la ética de todo el que aparece en él, Virginia salió ganadora silenciando muchas voces. La mayor parte de las críticas que he escuchado sobre ella se han limitado a atacar, de mala manera, su personalidad, el favoritismo de un miembro del jurado y su timbre de voz.

Partimos del hecho de que un concursante de este reality show comienza a serlo tras superar una proceso de castings de acuerdo con el criterio de varias personas que – se supone - saben de música. A partir de ahí, la opinión de un claustro de profesores, los amiguismos entre los compañeros y, principalmente, el voto del público hacen el resto. Consiguió su contrato con Sony BMG con un 55% del público a su favor, y no hay más. Creo, en cualquier caso, que su triunfo, no fue más que un ZAS! con el que sus seguidores, la ya famosa Marea Azul, quiso atizar a todos los compañeros y miembros del jurado que no supieron asumir, en muchas ocasiones, el gusto de la parte más importante del programa: los espectadores. Digo ésto porque, como ya declaró el polemista Risto Mejide en la presentación del debut de Labuat ante los medios de comunicación en el madrileño Círculo de Bellas Artes, Virginia habría tenido disco ganando o no el concursito.

No vamos a entrar en la calidad de su música, pero considero que muchos de los que se permiten dudar de su valor como intérprete no deberían tomarse la licencia de atacarla, sobre todo los que tienen como álter ego a cantantes cantantes que llegan a oídos de la mayoría por lo que emisoras como Los 40 principales nos obliga a escuchar mil millones de veces, dejando de lado lo retocadas que estén sus voces o lo pésimas que sean las letras que escriben.

Por si alguno se atreve a comentar hablándome de las ventas que el disco está teniendo, me anticipo a él recordándole que la calidad de un cantante jamás se mide por sus ventas, así que ese argumento no me es válido. Creo firmemente que a un buen cantante, sobre todo en los tiempos que corren, lo que le debe hacer sonreír es agotar las localidades de una sala de conciertos como Luz de Gas o o telonear a una diva internacional como Beyoncè.





Lo demás lo marcará el tiempo y sus seguidores,
el resto es sólo ruido.

lunes, 4 de mayo de 2009

xx. Para no morir jamás .xx

Muere lentamente quien camina entre la gente sin mirar y no la puede ver. Muere lentamente quien no sabe aceptar nuevas ideas que no sean las suyas. Muere quien no prueba la pasión, quien no escucha nunca al propio corazón. Quien no sale apenas y no ve llover, quien se deja detener por no querer pensar.

Muere quien no arriesga nada, quien por no meterse en líos nunca ayudará. Muere lentamente quien por miedo a los sentimientos y para escapar no se enamorará. Quien ve de frente un océano y no llega a creer en la eternidad, quien con mil dudas no sabrá escoger, quien ya no sabe vivir con curiosidad.

Búscame, allí estaré entre quien quiere creer, yo podré perder pero lo intentaré.
Búscame, me quedaré contigo.


Para no morir Jamás, Nek.

sábado, 2 de mayo de 2009

xx. Próxima estación .xx

He decidido empezar una página en blanco. Me he dado cuenta de que el caramelo que daba vueltas golpeándose contra mis muelas ya no sabía a nada y he ido a comprar una bolsa de gominolas de colores. He liberado la luciérnaga que dormitaba en mi tripa y he saltado tres metros en medio del bosque para tragarme un par de mariposas.

He rodado montaña abajo sin parar de reír, gritando que mi generación iba a cambiar el mundo. He roto los pantalones que ya no me valen y los he convertido en siete estrellas que ahora decoran el armario ropero. Me he comido las páginas centrales de mis libros favoritos y he tatuado en mis pupilas las frases más complejas que Shakespeare escribió.

Me han vuelto a pasar diez cosas estúpidas de las que sólo a mí me pasarían. He pensado en mi chico fabuloso de Valencia. He soltado un globo azul mirando al cielo y he decidido que Mayo supone un bonjour definitivo. Me despido de las dudas expulsándolas de mi vida con pompas de jabón. A lo lejos se ve un nuevo horizonte.
David Waldorf.