En los años previos a la Revolución Francesa la prensa solía denominarse popularmente 'el cuarto poder', debido a la asombrosa influencia que ésta ejercía sobre la sociedad. Actualmente, con la llegada de la televisión y, sobre todo, de las nuevas tecnologías esta situación de ‘creer a ciegas’ vive su máximo apogeo llevando a los ciudadanos de cualquier parte del mundo a tomar como cierta cualquier noticia que recibe de los medios de comunicación, sin plantearnos su veracidad, tomando como verdades absolutas noticias que en ocasiones no son fiables.
En un panorama periodístico en el que tristemente se dedican portadas a una gripe que mata a siete personas diarias mientras que otras 8.000 fallecen durante el mismo periodo de tiempo de sida sin tener aparición mediática alguna, lo único que nos queda es pedir al lector, espectador y, en definitiva, al usuario de cualquier medio de comunicación, que, al igual que hacemos los que de verdad creemos y amamos el periodismo, él también contraste sus fuentes sin dejarse convencer por una sola palabra, línea editorial o cadena televisiva.
¿Sabes lo que es que se te humedezcan los ojos y te aumente la serotonina al escuchar las primeras notas del Can't Get You Out of My Head de la señorita Kylie Minogue?Yo sí.
El jueves 2 de julio estuve junto a una de mis mejores amigas en el concierto que la artista australiana ofreció, con motivo del MTV Day, en la Las Ventas (Madrid). Hace unos meses pensé en adquirir una entrada pero no lo hice y me arriesgué a apuntarme a un sorteo de MTV España confiando en que, si hace unos meses me alegraron llevándome hasta Liverpool a los MTV Europe Music Awards,quizá se volviese a repetir mi buena suerte: así fue, gané dos entradas y disfruté del show de Kylie en directo.
Allí, entre miles de personas, fui completamente feliz. Más que un concierto fue un espectáculo, un gran show. Los vídeos que se iban proyectando según la Minogue cantaba fueron a cada cual más espectacular y, aunque no conocía parte del repertorio que fue sonando durante las más de dos horas de duración, chillé y bailé como el que más.
La próxima vez que vuelva a España iremos a verla,
El amor corre hacia el amor, como los escolares huyen de los libros; pero el amor se aleja del amor, como los niños se dirigen a la escuela, con ojos entristecidos.
Eres tan soñador… David- me dice mi otro yo en el espejo mientras se llena la bañera de agua tibia- . No puedes olvidar tu pasado ni dejar de imaginar tu futuro, parece que la cuestión es no ver el presente. Yo le intento explicar que esa tontería de vivir el ahoraes una metáfora más, que no es sino un par de palabras bonitas y un objetivo imposible, como una frase de película barata que intenta quedar bien con dos palabras que ni el que escribe entiende. _______________