En los años previos a la Revolución Francesa la prensa solía denominarse popularmente 'el cuarto poder', debido a la asombrosa influencia que ésta ejercía sobre la sociedad. Actualmente, con la llegada de la televisión y, sobre todo, de las nuevas tecnologías esta situación de ‘creer a ciegas’ vive su máximo apogeo llevando a los ciudadanos de cualquier parte del mundo a tomar como cierta cualquier noticia que recibe de los medios de comunicación, sin plantearnos su veracidad, tomando como verdades absolutas noticias que en ocasiones no son fiables.
En un panorama periodístico en el que tristemente se dedican portadas a una gripe que mata a siete personas diarias mientras que otras 8.000 fallecen durante el mismo periodo de tiempo de sida sin tener aparición mediática alguna, lo único que nos queda es pedir al lector, espectador y, en definitiva, al usuario de cualquier medio de comunicación, que, al igual que hacemos los que de verdad creemos y amamos el periodismo, él también contraste sus fuentes sin dejarse convencer por una sola palabra, línea editorial o cadena televisiva.
David Waldorf.
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