viernes, 30 de septiembre de 2011

xx. A tientas .xx


Granada, mediados de 2011. Yo me peleaba con la temperatura de la ducha mientras tú dormías junto al amigo de la imagen y a unos kilómetros de nuestra almohada, en la Alhambra, se reflejaban los primeros rayos de sol. Me decía frente al espejo que merecía la pena, que sería para siempre. Para siempre, yo soñaba. Mis ansias se pelearon con tu falta de aire hasta asfixiarnos de tanto intentar quererte. Aquellos enamorados, que al día siguiente morirían en un accidente de coche, se besaban en la Alcazaba mientras mi cámara se caía por las escaleras al escaparse de tus manos. Tú quisiste morirte cuando impactó contra el suelo y a mí sólo me importaba que tú estabas bien, no los fallos cometidos. El objetivo no costó demasiado, tu marcha me ha costado la alegría. 

Mientras tú dormías junto al amigo de la imagen, Granada atesoraba uno de esos millones de recuerdos que no me dejan seguir adelante con un ápice de cordura. Ahora sólo dices 'Adiós, esto duele, no hablemos más, ya se verá'. Yo debo seguir perdido, sin objetivo(s), vagando entre Unter den Linden, el Barrio Rojo o ese 'para siempre' que hace que me desplome en el suelo cada vez que lo recuerdo y me transforme en un charco hondo. No entiendo nada, ¿ya no existo? De mis labios sólo salen los 'te quiero' que ya nunca escucharás mientras camino a tientas convertido en una sombra más del centro de Madrid. Ya ni siquiera me gusta esta puta ciudad.

xx. A tientas .xx

El agua ya no arrastra mi dolor, me encuentro en peligro de extinción.
No recuerdo cómo era ser feliz, el silencio va apagando mi latir.
Tinieblas, ni una luz alrededor y mis miedos avivando el apagón.
A tientas, tropezando voy detrás, buscando abrazar la oscuridad. 
El día que yo ya no esté recuerda que aunque no lo supe hacer
Quería, y de querer fue sin querer el perderte a ti por no saber vivir.

Entiendo que tu miedo te venció, no era fácil superar la situación,
No hubo agallas de agarrar todo ese amor
que en tu pecho aún me daba la razón.
El día que yo ya no esté recuerda que aunque no lo supe hacer
Quería, y de querer fue sin querer el perderte a ti por no saber fingir.



Y el agua me ha devuelto el corazón, 
la alegría de saber que no fui yo,
Tengo ganas, tengo vida, tengo tanto por dar,
Ya dejé de andar a tientas...

Como el mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario