A veces resulta difícil distinguir entre ficción y realidad, entre verdad y mentira, entre lo que queremos en nuestro camino y lo que no. Cuando me entran las dudas me meto el abono en el bolsillo, olvido el móvil en algún rincón del escritorio y me planto en veinte minutos en Sol sin que nadie lo sepa. Camino - corro - un buen rato por las calles que nacen en Gran Vía - sin ningún destino marcado - y un par de horas después estoy de vuelta a casa con las ideas claras.
El amor corre hacia el amor, como los escolares huyen de los libros; pero el amor se aleja del amor, como los niños se dirigen a la escuela, con ojos entristecidos.
Eres tan soñador… David- me dice mi otro yo en el espejo mientras se llena la bañera de agua tibia- . No puedes olvidar tu pasado ni dejar de imaginar tu futuro, parece que la cuestión es no ver el presente. Yo le intento explicar que esa tontería de vivir el ahoraes una metáfora más, que no es sino un par de palabras bonitas y un objetivo imposible, como una frase de película barata que intenta quedar bien con dos palabras que ni el que escribe entiende. _______________
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