jueves, 20 de enero de 2011

xx. Facultad .xx

Deberíamos trabajar, pero sacar buenas notas también es importante. Tendríamos que leer más literatura... pero en ese caso perderíamos tiempo indispensable para preparar tus exámenes... ¡estudiad mucho! No, mejor trabajad. Lo queréis todo ‘aquí y ahora’ y eso no puede ser, pero tampoco dejéis que nadie os pise, ¿eh?. El panorama que os espera tras titularos... es pésimo. Podrías haber hecho el examen mejor, tú vales mucho. No vales nada, mírame a mí, subdirector de un periódico nacional, ¡ya querrías, niñato! ¡No lleguéis tarde! ...eso sólo puede hacerlo el profesor. Hay que leer más, compra mi libro, ese de 40 euros que sólo te servirá para conseguir el aprobado y que después podrás tirar a la basura de lo malo que es. Estudiad más. ¡Hay que irse de Erasmus! ¿Es que no sabes 20 idiomas? ¿Qué decís de descansos entre clases? Confórmate con ser becario en el primer medio que te ofrezcan, no pidas más, ¡eres un jodido crío!

Hasta que un día el estudiante de Periodismo – por ser mi titulación, aunque es posible que le texto anterior podáis aplicarlo casi a cualquier carrera universitaria - se cansa y decide cerrar las orejas, fiarse de sí mismo y permitirse equivocarse porque en eso consiste el aprendizaje, en caer y volver a levantarse. La vida no consiste en esperar a que pase la tormenta, sino en aprender a bailar bajo la lluvia. Porque en realidad muchos devoramos libros, nos pasamos el día viendo cine, nos informamos de la actualidad que nos interesa y, más allá de todo eso, hacemos felices a la gente que queremos. Porque tenemos amigos, familia, pareja, necesidades y sueños que desconocéis. Nadie os ha dicho que quiera dedicar mi vida ni a redactar sucesos, ni a cubrir guerras, ni que me interese la economía. No necesito que me marquéis objetivo, ya lo hago yo a diario con éxito. Dejad de intentar contagiarnos con vuestro pesimismo y en vez de exigirnos el dedicar más tiempo del que disponemos a vuestras asignaturas intentad comprendernos de vez en cuando. Elegí libremente cursar la carrera que estudio, pero mucho antes establecí prioridades entre las que amar, cuidar de la gente que me rodea, moldearme de acuerdo a mis pasiones y, sobre todo, hacer de mi tránsito finito un camino feliz, prevalecen por encima de vuestros bobos exámenes. Qué le vamos a hacer, atormentad a otro.

DAVID WALDORF.

1 comentario:

  1. Fíjate que tu resumen del primer párrafo me resulta familiar... lo has clavao!;) bsits

    ResponderEliminar