Hasta que un día el estudiante de Periodismo – por ser mi titulación, aunque es posible que le texto anterior podáis aplicarlo casi a cualquier carrera universitaria - se cansa y decide cerrar las orejas, fiarse de sí mismo y permitirse equivocarse porque en eso consiste el aprendizaje, en caer y volver a levantarse. La vida no consiste en esperar a que pase la tormenta, sino en aprender a bailar bajo la lluvia. Porque en realidad muchos devoramos libros, nos pasamos el día viendo cine, nos informamos de la actualidad que nos interesa y, más allá de todo eso, hacemos felices a la gente que queremos. Porque tenemos amigos, familia, pareja, necesidades y sueños que desconocéis. Nadie os ha dicho que quiera dedicar mi vida ni a redactar sucesos, ni a cubrir guerras, ni que me interese la economía. No necesito que me marquéis objetivo, ya lo hago yo a diario con éxito. Dejad de intentar contagiarnos con vuestro pesimismo y en vez de exigirnos el dedicar más tiempo del que disponemos a vuestras asignaturas intentad comprendernos de vez en cuando. Elegí libremente cursar la carrera que estudio, pero mucho antes establecí prioridades entre las que amar, cuidar de la gente que me rodea, moldearme de acuerdo a mis pasiones y, sobre todo, hacer de mi tránsito finito un camino feliz, prevalecen por encima de vuestros bobos exámenes. Qué le vamos a hacer, atormentad a otro.
DAVID WALDORF.
Fíjate que tu resumen del primer párrafo me resulta familiar... lo has clavao!;) bsits
ResponderEliminar