domingo, 16 de enero de 2011

The show must go on

La noche del martes 28 de diciembre de 2010 será recordada como el momento en el que el zapato de cristal del Periodismo, con mayúscula, se convirtió en la zapatilla de mercadillo que se impone en la televisión española actual. No importa que huela, que sea de peor calidad o que le haga daño en los pies al que la usa: la sociedad la demanda, y parece que eso es suficiente. No, no es un cuento, es el final de CNN+, el canal de información continua del grupo PRISA.

Tras once años de emisión, el eslogan “Está pasando, lo estás viendo” resonó por última vez en la voz del presentador Benjamín López, rodeado por los trabajadores del medio en uno de los platós de la cadena. López recordó en la despedida que el cierre se producía por la inviabilidad del canal, que acumulaba pérdidas que superaban los 40 millones de euros. Segundos después, CNN+ desaparecía para dejar paso al canal de telerrealidad Gran Hermano. Ni siquiera un fundido a negro. The show must go on.

Ya es hora de que el espectador se planteé de una vez la siguiente pregunta: ¿hay que seguir permitiendo que los espacios que generan más audiencia sean aquellos que imparten valores como el sensacionalismo, el rumor y la mediocridad? La existencia de programas como Sálvame no son responsabilidad de los empresarios que dirigen cadenas como Telecinco –y sólo buscan el beneficio económico-, sino del espectador que permite su continuidad a partir de su visionado.

El 28 de diciembre desapareció una de las pocas cadenas de información plural y profesional que se emitía en España. La audiencia ha decidido

David Molina Vázquez.

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