Uno jamás se imagina cómo el amor puede tornarse manipulador hasta empujarte a un punto de dependencia inimaginable. Esa sensación, en el caso de ser correspondida, no hace más que limitar tu libertad haciéndote sentir incompleto al permanecer separado más de dos segundos de esa persona que consideras tu “media naranja”, pero si además ese amor obsesivo y malcriado no es recíproco, nos precipitaremos poco a poco hacia un túnel llamado autodestrucción. La situación se me escapaba tanto de las manos que, poco después de saciar mi apetito con un par de rebanadas de pan, fui perdiendo el conocimiento desplomándome en el suelo donde, justo a las cinco de la tarde, mi cuerpo se despertaría por el sonido del teléfono que anunciaba sus quejas al no encontrarme en la estación de tren.
El amor corre hacia el amor, como los escolares huyen de los libros; pero el amor se aleja del amor, como los niños se dirigen a la escuela, con ojos entristecidos.
Eres tan soñador… David- me dice mi otro yo en el espejo mientras se llena la bañera de agua tibia- . No puedes olvidar tu pasado ni dejar de imaginar tu futuro, parece que la cuestión es no ver el presente. Yo le intento explicar que esa tontería de vivir el ahoraes una metáfora más, que no es sino un par de palabras bonitas y un objetivo imposible, como una frase de película barata que intenta quedar bien con dos palabras que ni el que escribe entiende. _______________
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