miércoles, 4 de marzo de 2009

xx. Aproximación .xx

Llevo unos días preparando a fuego lento un relato especial. Digo especial porque hasta dentro de un largo periodo de tiempo será el último relato corto que escribiré, y porque quiero que cada uno de los párrafos escritos en él hagan sentir algo especial a todo el que lo lea. Digo especial porque en muchas de las palabras que voy escribiendo en él se esconden secretos convertidos en letras que quieren conseguir transformar mi alma en varias páginas escritas de las que pueda aprender algo al releer. Va a fuego lento, muy despacio, y me está gustando. La imagen que se muestra en esta entrada tiene mucho que ver y, en cuanto a lo que ya está escrito, aquí os dejo un pequeño adelanto:


En esta residencia de mala muerte raro es el día en el que no tengas que saludar a los dos médicos calvos que cada vez que aparecen lo hacen para llevarse el cuerpo inerte de alguno de los abuelos que conviven contigo. Siempre que los veo pienso que antes o después vendrán a llevarme a mí también, y me muerdo el labio para que ninguna de las chicas que nos cuidan me vea llorar. Cuando les preguntas quién ha sido esta vez, se hacen las tontas e intentan cambiarte de tema; aquí nadie quiere conjugar en pasado los verbos de los que ya no están.









David Waldorf.

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